Simple, de todas las elecciones siempre se ha ido aprendiendo algo, que el segundo de la ultima elección sale presidente.

Esto se ha cumplido en las siguientes elecciones a lo largo de 35 años:

1980: 1° Acción Popular, 2° APRA

1985: 1° APRA, 2° Izquierda Unida (renunció)

1990: 1° Cambio 90 (luego Cambio 95, luego Fuerza 2000, luego Fuerza 2011, etc.) 2° Frente Democratico

1995: 1° Cambio 95, 2° UPP

2000: 1° Fuerza 2000, 2° Peru Posible

2001: 1° Peru Posible, 2° APRA

2006: 1° APRA, 2° UPP

2011: 1° Gana Perú (UPP, PNP, Otros), 2° Fuerza 2011

Es cierto, la elección se discute y se pelea en redes sociales mas en Lima, pero se gana en las regiones, en donde, si alguno se ha dado el tiempo de caminar por encima de los 2500 msnm, el trabajo politico que realiza el partido Fuerza Popular de 藤森 恵子, es sin lugar a dudas, una propuesta que va mas allá de nuestro dia a dia en la ciudad capital, donde el principal problema del fin de semana es elegir entre la parrilla de la leña, el pollo del hikari o el sanguchon de la lucha. Allá en la distancia, donde en tu celular sale la letra E y si tienes suerte podras enviar un correo electronico desde tu celular en unos 5 minutos, porque ni pensar en ir a una cabina, donde los muchachos no tienen otra cosa mas util que hacer que jugar Grand Theft Auto, y los profesores no ven mas alla de copiar y pegar los contenidos de sus clases. Asi las cosas.

Considero que muchos odiaran la posibilidad de tener a un miembro de la familia Fujimori de vuelta en Palacio, pero, quisiera que se pregunten, si cuando estuvieron de 15-20 años, y sus padres gozaron de la oportunidad que les brindo ese gobierno, ellos no hicieron lo imposible por hacerles aprovechar en estudiar en las universidades privadas clasicas, y luego, apoyarles en emigrar de Perú a fin de adquirir competencias laborales en paises de habla inglesa. Vamos, dejen de lado esa moral que ahora, quiza los años, quiza el golpe que los Millennials dia a dia les dan en el trabajo, quiza las deudas hipotecarias, hacen que desempolven su moral del baul de la abuelita  (o quiza por moda de ser politicamente correcto, o porque la chica/o que te gusta te dijo que pensar en Starbucks), y digan, no, no, ni pensar, cualquiera menos Keiko.

Por eso mismo, me concentro en la oportunidad que tendria Keiko en gobernar, no siguiendo las pautas de la Escuela de Gobierno de la USMP ni de la Escuela de Gobierno de la PUCP, sino, esa autentica forma de ser pragmatico, aplicar la tecnocracia en democracia, sin pensar en el cuco de la deuda interna, sin miedo al gasto, siendo que esta vez, si no entra un gobierno que haga del Estado un motor de apoyo a la innovacion, esta bonanza peruana no durara siquiera hasta los panamericanos.